miércoles, 18 de julio de 2012

Propuestas de reducción de gasto.

documento

La Asociación de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (ASFAS) ha presentado un paquete de propuestas de reducción de gasto. Estas propuestas han sido recogidas del foro público de acceso libre de la web de la Asociación de Suboficiales de las Fuerzas Armadas. Son aportaciones individuales tanto de socios como de no socios, que conscientes de la situación económica por la que atraviesa España, quieren contribuir y participar en el necesario ahorro.

ASFAS se hace eco de estas inquietudes, las hace públicas y le da traslado a la Subsecretaria de Defensa para su estudio y valoración.

ASFASPRO realiza una propuesta de modificación de la Ley 39/07 de la Carrera Militar.

Aunque esta asociación ya remitió recientemente al Ministerio de Defensa, informes y propuestas relativos a la modificación de la Ley 39/07 y su régimen transitorio, vamos a tratar de sintetizar en este documento lo que creemos fundamental para reparar los graves problemas que aquejan a la Escala de Suboficiales, por la aplicación de la citada Ley y de las otras dos anteriores leyes de personal.

Con la entrada en vigor de la Ley 17/1989, reguladora del Régimen del Personal Militar Profesional, desaparecieron los modelos de carrera de los suboficiales de los tres ejércitos, que se habían implantado en las Fuerzas Armadas a mediados de la década de los setenta. Con gran aceptación entre civiles y militares de tropa y marinería, permitían una adecuada selección entre los que aspiraban a ingresar en las diferentes Academias o Escuelas de Suboficiales, a la vez que garantizaban un modelo de carrera estable y con diversas posibilidades de promoción, incluyendo a la Administración Civil del Estado.

La falta de un período transitorio suficientemente amplio en el que se respetasen los derechos adquiridos; la integración forzosa, en una única escala, de suboficiales de muy distinta formación y procedencia; la eliminación del ascenso a teniente/alférez de navío desde el empleo de subteniente, que regulaba adecuadamente la pirámide de personal y el número de efectivos en cada empleo; y la ausencia de cupos de pase a la reserva en los empleos superiores, son las principales causas de la crítica situación actual y del colapso de la Escala de Suboficiales.

La creación de la figura del Suboficial Mayor –mala copia del modelo anglosajón– no alcanzó las expectativas de los que la promovieron. La indefinición de los cometidos y la racanería a la hora de asignarle competencias, tienen mucho que ver en el gran número de seleccionados que renuncian a realizar el curso de capacitación para el ascenso.

En nuestros informes describimos de manera clara y precisa los agravios y errores cometidos en estas últimas décadas, por tanto, no vamos a extendernos en la descripción de los mismos, pero sí que conviene recordar los más significativos:
  • Envejecimiento de la Escala: la media de edad de los sargentos ha aumentado en casi diez años, siendo en la actualidad de treinta y tres. En la última década, la del resto de empleos lo ha hecho entre siete y ocho años.
  • Inversión de la pirámide de personal: en esa misma década, la plantilla de subtenientes ha aumentado, en algunos casos, casi un 50%. A pesar de ello, los tiempos medios de permanencia en los empleos de subteniente y brigada comienzan a ser escandalosos, acercándose cada vez más a los quince años. Los sargentos primeros siguen el mismo camino.
  • Indefinición de cometidos en cada empleo: es muy común, y parece que norma, que un sargento, después de haber estado ocho largos años en el empleo, ascienda a sargento 1º y tenga que pasarse otros tantos años haciendo exactamente lo mismo. Es más, cuando le promuevan al empleo de brigada tiene muchas posibilidades de que nada cambie o realizar servicios y funciones asignadas a los oficiales. 
  • Escasas probabilidades de promoción: a pesar de que la Ley 17/1999 reservaba hasta el 75% para la promoción interna de los suboficiales a la Escala de Oficiales, en la actualidad somos la única escala para la que no se contempla. Por este motivo, no podemos realizar la promoción para cambio de escala con cualquier titulación de Grado, Licenciado, Ingeniero, Arquitecto, Arquitecto Técnico, Ingeniero Técnico o Diplomado, ni tan siquiera de forma transitoria, lo que sí se le permite a la Escala de Complemento.
Para poder evaluar adecuadamente el grado de abandono al que está sometida nuestra Escala, solo hay que echar un vistazo a las convocatorias de este año 2012, en las que cualquier militar de tropa y marinería, con diez meses de servicios efectivos y dos de formación, puede participar. Sin embargo, un sargento con seis años de servicio como tropa y dos de academia, al que le faltan unos cuantos días para cumplir dos años en el empleo, se verá perjudicado gravemente porque tendrá que esperar un año más para poder efectuar esa misma promoción, si los límites de edad se lo permiten.

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Fuente: ASFASPRO

jueves, 12 de julio de 2012

Reforma de la Ley 39/2007 de la Carrera Militar.

Reforma de la Ley 39/2007 de la Carrera Militar. Como no se han hecho los deberes, quedamos para septiembre.

Artículo publicado en la web de ASFASPRO acerca de la reforma de la Ley 39/2007 de la Carrera Militar, y en el que se hace mención a las propuestas e informes realizados por esta asociación con la intención de resolver la problemática de la Escala de Suboficiales:
Son más de diez los documentos con propuestas e informes elaborados por esta asociación profesional de suboficiales, que en los últimos meses han sido remitidos al Ministerio de Defensa, a los Mandos de Personal y a los responsables de los grupos políticos con representación en la Comisión de Defensa. Nuestros representantes se desplazaron allí donde fueron requeridos y explicaron, con detalle y seriedad, la problemática de la Escala de Suboficiales y alguna otra que también afecta a la Escala a extinguir de Oficiales y a la de Tropa y Marinería.

Cuestiones tan importantes como la formación y la promoción interna de los militares, el orden y la seguridad en las Fuerzas Armadas o el sistema de pase a la situación de reserva –por citar solo algunas– han sido objeto de análisis y propuesta por parte de nuestra asociación, sin que hasta el día de hoy hayamos obtenido respuesta alguna. Sorprende esta ausencia de noticias, más si cabe cuando recordamos las palabras pronunciadas en el Congreso de los Diputados durante la pasada legislatura, por los intervinientes en los debates previos a la aprobación de la Ley Orgánica 9/2011, de Derechos y Deberes de los Miembros de las Fuerzas Armadas (LODD). La gran mayoría abogó por reformar la Ley 39/2007 al objeto de corregir los muchos problemas generados por su aplicación, de ahí la inclusión de la Disposición final duodécima en la citada Ley Orgánica.

Pasados más de nueve meses desde su entrada en vigor, tan solo una asociación de militares, ASFASPRO, ha hecho públicas propuestas de modificación que pueden ser leídas, criticadas o rebatidas. Si en el mes de noviembre del año 2009, los grupos políticos con representación en la Comisión de Defensa ya eran conscientes de la urgente necesidad de reformar la Ley, tenían identificados los problemas y elaboradas sus propuestas, y estando a punto de cumplirse el primer aniversario de la aprobación de la Ley 9/2011, no acabamos de entender el evidente retraso en la adopción de medidas que, aparte de corregir las disfunciones existentes, supondrían, si fueran en la línea de lo que ASFASPRO propone, un importante ahorro para las arcas del Estado y aportarían a los miembros de esta Escala tan castigada, una elevada dosis de moral, que ya va haciendo falta. Por el contrario, los concursos de ideas o las prisas de última hora –después de no haber hecho los deberes a su debido tiempo– se pueden convertir en un peligro potencial a la hora de culminar con éxito el mandato recogido en la Disposición final duodécima de la LODD.

No nos cansaremos de repetir que las cosas ni se han hecho ni se están haciendo bien. El sistema de evaluaciones se mantiene inalterable a pesar de la existencia de informes que avisan de que cualquier error de cálculo –en este ciclo se ha producido uno, reconocido por el Mando de Personal del Ejército de Tierra– puede afectar gravemente a todo el proceso e invalidar los resultados. El personal declarado apto con limitaciones, por su propia condición, sufre una penalización, lo que en la práctica les lleva a ocupar los últimos lugares de los evaluados. Tampoco debemos olvidarnos del IPEC, elemento subjetivo y manipulable con un excesivo peso en las evaluaciones, que es la peor forma de aplicar los principios de mérito y capacidad que deberían presidir la carrera militar. 

Si a estos condicionantes le sumamos la duda razonable que aparece cuando se evalúa a suboficiales de muy distinta procedencia, no teniendo todos las mismas posibilidades de realizar cursos de perfeccionamiento o de ocupar determinados destinos, ¿se puede afirmar que la justicia impera en las Fuerzas Armadas cuando personal evaluado y declarado apto en estas circunstancias puede quedar retenido en el empleo hasta el final de su carrera militar?

Mención aparte merecen las convocatorias de acceso y promoción a las Fuerzas Armadas, aunque este tema lo tratamos ampliamente en nuestro informe: Formación y Promoción Interna

ASOCIACION DE SUBOFICIALES DE LAS FAS

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