Carta de despedida del presidente de ASFAS con motivo de su pase a la reserva
Tras
casi 39 años de servicio, dos más tarde que el resto de mi promoción,
siendo el subteniente más antiguo del ET y con toda seguridad de las
FAS, mañana paso a la situación de reserva.
Como suboficial he sufrido en primera persona las consecuencias de las distintas leyes de personal, especialmente dañinas en lo que al respeto de nuestros derechos y expectativas profesionales y económicas se refiere.
El Estado, que debía velar para que esto no sucediera, ha hecho sistemática dejación de funciones mientras he remitido numerosas instancias (por supuesto de forma individual) sin que jamás haya recibido satisfacción alguna; incluso cuando las mismas peticiones se hacían desde los Consejos Asesores de Personal. La respuesta por sistema era NO sin importar la justicia de la petición.
Hace más de cuatro años tuve el honor de promover la primera asociación de suboficiales con la intención de organizar nuestras reclamaciones. La gota que colmó mi vaso fueron las declaraciones de la Sra. Chacón, entonces Ministra de Defensa, que en una comparecencia en el Congreso afirmaba que los suboficiales no teníamos problemas con la LCM ya que apenas se habían recibido recursos; que donde estaba el verdadero problema era en la integración de oficiales ya que las reclamaciones eran más numerosas. Este argumento lo utilizó en diversas ocasiones y medios.
Pude participar en primera persona (por primera vez un suboficial), en la tramitación de una ley fundamental, la 9/11 de DDFAS. Esta ley supone un punto de inflexión extraordinariamente importante ya que desde el momento de su entrada en vigor, la defensa de los intereses de los militares está en sus propias manos, a través de asociaciones.
Después de haber participado en la creación de la primera asociación profesional de militares, de haber formado parte del Consejo de Personal en su inicio, de tratar con políticos y responsables en el Ministerio de Defensa en materia de personal, me voy con una sensación agridulce y sobre todo con ánimo pesimista en lo que a la resolución de nuestros problemas se refiere.
Somos tratados como militares por nuestros mandos, y como funcionarios por los altos cargos civiles del Ministerio, recibiendo principalmente lo que de negativo tienen uno u otro estatus (jornadas y horarios, vacaciones, bajas por enfermedad, horario laboral muy superior al resto del personal de la administración, un sistema de promoción laboral totalmente alejado de los principios de mérito y capacidad, con mayores responsabilidades y cometidos cada día sin que ello suponga contrapartida alguna, sin cometidos concretos por empleo lo que nos obliga a ejercer de lo que sea cuando sea sin contrapartida alguna, sin posibilidad real de acceder a la escala de oficiales, evaluaciones sin sentido que dejan por el camino inmovilizados en el empleo a numerosos suboficiales que han sido declarados aptos para el ascenso hasta en 8 ocasiones, a sabiendas que van a seguir desempeñando cometidos del empleo que se les niega, etc.). Por supuesto, nunca nada positivo.
Desde nuestra asociación ASFASPRO, intentamos concienciar a nuestros mandos de los problemas y proponer soluciones, pero el sistema de representación establecido por la LODDFAS propicia el ninguneo de nuestras peticiones, ya que como en su momento hizo la Sra. Chacón, “solo son unos pocos suboficiales los que están descontentos”, dando por supuesto que aquel que no está asociado, está plenamente satisfecho de su situación actual y futura. De nuevo, este argumento se utiliza para relativizar nuestros problemas, para desprestigiar nuestras propuestas.
Me constan las buenas intenciones de algunos responsables, y también las no tan buenas de otros, pero finalmente quien legisla desde el poder político lo hace, en la mayoría de ocasiones, sin el debido conocimiento de los problemas y, dentro de nuestra estructura, la influencia de los suboficiales en sus decisiones son, hoy día, insignificantes.
Para mí esta etapa termina el día 3 de julio, seguiré siendo socio de ASFASPRO hasta que deba darme de baja por imperativo legal, aunque seguiré colaborando en todo como hasta ahora desde ASFAS.
Quiero terminar estas líneas recordando a todos que la única forma de dignificar nuestra Escala, y tener opciones de poder conseguir objetivos está clara: la UNION. Es lo que nos dará fuerza, es lo que temen. Es lo difícil, poder llegar a cualquier foro representando a la mayoría de nuestras 28000 familias. Es pues, la única manera de quitar la razón a lo manifestado en su día por la Sra. Chacón, que aunque duela, a día de hoy, la sigue teniendo.
Deseándote toda la suerte del mundo, recibe un abrazo de tu compañero.
Pedro Amador Romero
Presidente de ASFAS
Como suboficial he sufrido en primera persona las consecuencias de las distintas leyes de personal, especialmente dañinas en lo que al respeto de nuestros derechos y expectativas profesionales y económicas se refiere.
El Estado, que debía velar para que esto no sucediera, ha hecho sistemática dejación de funciones mientras he remitido numerosas instancias (por supuesto de forma individual) sin que jamás haya recibido satisfacción alguna; incluso cuando las mismas peticiones se hacían desde los Consejos Asesores de Personal. La respuesta por sistema era NO sin importar la justicia de la petición.
Hace más de cuatro años tuve el honor de promover la primera asociación de suboficiales con la intención de organizar nuestras reclamaciones. La gota que colmó mi vaso fueron las declaraciones de la Sra. Chacón, entonces Ministra de Defensa, que en una comparecencia en el Congreso afirmaba que los suboficiales no teníamos problemas con la LCM ya que apenas se habían recibido recursos; que donde estaba el verdadero problema era en la integración de oficiales ya que las reclamaciones eran más numerosas. Este argumento lo utilizó en diversas ocasiones y medios.
Pude participar en primera persona (por primera vez un suboficial), en la tramitación de una ley fundamental, la 9/11 de DDFAS. Esta ley supone un punto de inflexión extraordinariamente importante ya que desde el momento de su entrada en vigor, la defensa de los intereses de los militares está en sus propias manos, a través de asociaciones.
Después de haber participado en la creación de la primera asociación profesional de militares, de haber formado parte del Consejo de Personal en su inicio, de tratar con políticos y responsables en el Ministerio de Defensa en materia de personal, me voy con una sensación agridulce y sobre todo con ánimo pesimista en lo que a la resolución de nuestros problemas se refiere.
Somos tratados como militares por nuestros mandos, y como funcionarios por los altos cargos civiles del Ministerio, recibiendo principalmente lo que de negativo tienen uno u otro estatus (jornadas y horarios, vacaciones, bajas por enfermedad, horario laboral muy superior al resto del personal de la administración, un sistema de promoción laboral totalmente alejado de los principios de mérito y capacidad, con mayores responsabilidades y cometidos cada día sin que ello suponga contrapartida alguna, sin cometidos concretos por empleo lo que nos obliga a ejercer de lo que sea cuando sea sin contrapartida alguna, sin posibilidad real de acceder a la escala de oficiales, evaluaciones sin sentido que dejan por el camino inmovilizados en el empleo a numerosos suboficiales que han sido declarados aptos para el ascenso hasta en 8 ocasiones, a sabiendas que van a seguir desempeñando cometidos del empleo que se les niega, etc.). Por supuesto, nunca nada positivo.
Desde nuestra asociación ASFASPRO, intentamos concienciar a nuestros mandos de los problemas y proponer soluciones, pero el sistema de representación establecido por la LODDFAS propicia el ninguneo de nuestras peticiones, ya que como en su momento hizo la Sra. Chacón, “solo son unos pocos suboficiales los que están descontentos”, dando por supuesto que aquel que no está asociado, está plenamente satisfecho de su situación actual y futura. De nuevo, este argumento se utiliza para relativizar nuestros problemas, para desprestigiar nuestras propuestas.
Me constan las buenas intenciones de algunos responsables, y también las no tan buenas de otros, pero finalmente quien legisla desde el poder político lo hace, en la mayoría de ocasiones, sin el debido conocimiento de los problemas y, dentro de nuestra estructura, la influencia de los suboficiales en sus decisiones son, hoy día, insignificantes.
Para mí esta etapa termina el día 3 de julio, seguiré siendo socio de ASFASPRO hasta que deba darme de baja por imperativo legal, aunque seguiré colaborando en todo como hasta ahora desde ASFAS.
Quiero terminar estas líneas recordando a todos que la única forma de dignificar nuestra Escala, y tener opciones de poder conseguir objetivos está clara: la UNION. Es lo que nos dará fuerza, es lo que temen. Es lo difícil, poder llegar a cualquier foro representando a la mayoría de nuestras 28000 familias. Es pues, la única manera de quitar la razón a lo manifestado en su día por la Sra. Chacón, que aunque duela, a día de hoy, la sigue teniendo.
Deseándote toda la suerte del mundo, recibe un abrazo de tu compañero.
Pedro Amador Romero
Presidente de ASFAS
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